MUERTE EN EL LABERINTO

Barcelona, 1909. El cadaver de Elsie Thornton ha aparecido flotando en un estanque en los jardines del laberinto de Horta, una finca de veraneo a las afueras de la ciudad, famosa por su laberinto de cipreses. Es verano, es un día caluroso, en la finca hay una mansión magnífica de estilo orientalista, un tanto decadente y teatral.  Elsie era la niñera británica de la familia. El inspector Requesens es enviado por el gobernador civil para esclarecer qué ha podido suceder con la pobre Elsie. La familia le recibe de manera amable, conscientes de su riqueza y encanto que atrapa a cualquier visitante, y todo indica que parece haber sido un lamentable accidente. En la autopsia se descubre, sin embargo, que Elsie estaba embarazada y que se le había suministrado opio justo antes de morir. Requesens entrevista al servicio y a la familia pero nadie parecía conocer del todo a la señorita Thornton.  

Y mientras tanto, en la ciudad, hay disturbios de violencia. Están embarcando reservistas para la Guerra de Marruecos, hombres casados en su mayoría que dejan atrás a mujeres y niños sin protección. Se respira un ambiente pesado y extraño. Y con el trasfondo de una ciudad atribulada el inspector Requesens intenta descubrir quién asesinó a Elsie Thornton. Pero para ello debe resolver primero una pregunta ¿Quién era Elsie en realidad?